¿Qué es la huella de carbono?
La huella de carbono nace como una medida de cuantificar y generar un indicador del impacto que una actividad o proceso tiene sobre el cambio climático, más allá de los grandes emisores.
La huella de carbono se define como el conjunto de emisiones de gases de efecto invernadero producidas, directa o indirectamente, por personas, organizaciones, productos, eventos o regiones geográficas, en términos de CO₂ equivalentes, y sirve como una útil herramienta de gestión para conocer las conductas o acciones que están contribuyendo a aumentar nuestras emisiones, cómo podemos mejorarlas y realizar un uso más eficiente de los recursos.
Para conocer un poco más sobre este termino, se puede visitar su página web HUELLA DE CARBONO.
La contaminación del papel
La industria papelera y de celulosa ocupa el quinto lugar del sector industrial en consumo mundial de energía, y utiliza más agua por cada tonelada producida que cualquier otra industria. También, la industria pastero-papelera se encuentra entre los mayores generadores de contaminantes del aire y del agua.
Cerca del 40% de toda la madera tallada para usos industriales en el mundo se destina a la producción de papel.
En muchos lugares del planeta, los bosques y otros ecosistemas naturales han sido y son todavía sustituidos por plantaciones de árboles de crecimiento rápido cuya gestión implica la utilización masiva de herbicidas y fertilizantes químicos tóxicos.
Uno de los químicos usados para blanquear el papel es el cloro, conocido como irritante de la piel y tóxico para el medio acuático. Se usa tanto en papel virgen como en reciclado. Para asegurar que compras papel que no ha usado cloro en su proceso de fabricación busca la etiqueta TCF (totalmente libre de cloro) o PCF (fabricación libre de cloro).
El residuo del papel/cartón y su reciclaje
Entre el 30 y el 40% de los residuos sólidos urbanos generados en Europa son papel y cartón.
En España se recogen para su reciclaje 84 kg de papel por habitante/año. Teniendo en cuenta el consumo medio de 176 kg/habitante/año, se recicla únicamente el 49% del papel que se consume.
Los españoles desperdiciamos un millón de toneladas de envases de papel y cartón y 850.000 toneladas de papeles de impresión y escritura, un 40% del papel y cartón consumido.
Como dato positivo, la especialización de nuestra industria papelera en la fabricación de papel, fabricado a partir de fibra reciclada, hace que se recuperen anualmente más de 3,3 millones de toneladas de papel y cartón usado.
Hemos de mencionar que a pesar de seguir a la cola en la recuperación de papel usado, de tirar mucho papel a la basura, en contrapartida usamos el 81% de lo recuperado.
A medida que el debate sobre los impactos ambientales de productos y servicios crece, se crean mitos y conceptos erróneos, según los cuales la industria de papel es responsable de una deforestación masiva y tiene un impacto negativo sobre el medio ambiente. Sin embargo, la industria papelera en muchos países está comprometida con la preservación de los recursos naturales que constituyen el origen de la principal materia prima: la madera.
Prácticamente todo tiene una huella de carbono. Pero comparemos ahora el tamaño de esas huellas.
La producción de 200 kg de papel, la cantidad promedio que usamos cada año, genera entre 130 y 250 kg de CO₂ dependiendo de la fuente de energía. Eso es equivalente al CO₂ generado por un coche familiar típico que recorra una distancia de 960 km. De hecho, hay un estudio realizado por un físico de la Universidad de Harvard según el cual una búsqueda compleja y de varios minutos en Google puede generar entre 5 y 10 gramos de CO₂. Tengamos en cuenta que hervir agua para una taza de té genera 15 gramos de CO₂.
Incluso el filete que nos comeremos para cenar tiene una huella de carbono. La carne de vaca y de ternera tiene la huella de carbono más alta de todas las carnes – y no olvidemos el metano, otro gas de efecto invernadero.
La Confederación Europea de Industrias del Papel (CEPI) prevé un incremento del 40% en las inversiones del sector en su proceso de transformación para liderar en Europa la bioeconomía* baja en carbono que permitirá a la industria papelera reducirá su huella de carbono.
La industria papelera está haciendo grandes esfuerzos por incluir estas y otras medidas y reducir su impacto medioambiental. Pero también los consumidores tienen que cumplir con su responsabilidad. Entre el 30% y el 40% de los residuos sólidos urbanos generados en Europa son papel y cartón. Reducir el consumo y optimizar el uso y reciclaje del papel es responsabilidad de todos.
*Conjunto de las actividades económicas que obtienen productos y servicios, generando valor económico, utilizando, como elementos fundamentales los recursos de origen biológico, de manera eficiente y sostenible.